Antonio Gómez Montoya escribe en Asuntos Legales sobre la estrategia en firmas legales.
En las conversaciones informales con socios de firmas legales, es evidente su ambición por la mejora y el futuro posicionamiento de sus empresas en la industria. Sin embargo, la materialización de esta mejora depende en gran medida de la estrategia que se aplique, lo cual es particularmente crucial en el campo legal. El resultado deseado es un plan estratégico que responda a la pregunta fundamental: «¿cuál es el plan?». Las firmas de abogados se distinguen por ser intensivas en capital humano, y esta diferencia impulsa el proceso de definición de estrategia.
En este contexto, una de las etapas más delicadas es la definición de la estrategia corporativa. A menudo, las firmas que buscan crecimiento a largo plazo adoptan prácticas que, en realidad, pueden complicar la ejecución de su estrategia. Por lo tanto, es crucial definir con precisión las áreas de práctica y comprender las sinergias entre ellas. Cualquier integración lateral o nombramiento de nuevos socios debe ser evaluado desde la perspectiva de las sinergias que aporta a la firma.
Una vez delineado este aspecto, las firmas deben desarrollar estrategias detalladas para cada una de sus áreas de práctica, lo que les permitirá superar a sus competidores. Es importante destacar que la estrategia de una firma que busca un crecimiento acelerado difiere significativamente de aquella que busca mantener su posición en el mercado o proteger un posicionamiento existente. La ejecución exitosa de la estrategia debe coexistir con mejoras en la eficiencia operativa, lo que resulta en mayor competitividad en términos de rentabilidad de los socios y salarios de los asociados.
Una vez que la firma ha definido su estrategia a futuro, se enfrenta al desafío de aterrizar los conceptos y enfrentar la realidad. Para lograr esto, es crucial responder preguntas como si se cuenta con el equipo de profesionales adecuado, dónde se posiciona en el espectro de servicios, cuáles son las demandas del mercado y a qué clientes se brindarán los servicios. Estos son solo algunos de los aspectos a considerar al definir la estrategia de una firma legal, que debe construirse sobre la base de la adaptabilidad y la gestión de la incertidumbre en un entorno en constante cambio.
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